El tantra es una práctica de origen Occidental, que consiste en que las personas conozcan y perciban todo lo que los rodea.
Está basado en la frase “aquí y ahora”, la que permite que tu mente no juzgue y la pareja pueda conectar entre sí y cada uno consigo mismo. Permite intensificar el acto sexual ya que ponen toda su atención en ello, uniendo mente y cuerpo.
Antes de empezar, se deben mirar frente a frente, cerrar los ojos y controlar la respiración. En esta fase, deben pensar en lo que están sintiendo y conectar con su cuerpo. Al controlar cada uno su respiración, deben sincronizarse entre sí.
Luego, sentados desnudos uno frente al otro, deberán mantener el contacto visual y tratar de adivinar que siente el otro. Ser consciente de lo que ambos sienten, aumentará el deseo sexual.
El siguiente paso es conectar con los chakras, que son las energías del cuerpo. Existen seis chakras, emocional, sexual- instintivo y espiritual-mental, tres de la mujer y tres del hombre.
Para activar estos chakras, un miembro de la pareja debe ponerse boca abajo y el otro realizará un masaje por todo el cuerpo. Masajear cada punto del cuerpo para así activar estos chakras y aumentar la excitación.
8 posturas tántricas para llegar al cielo
Una vez conectado con la pareja, te enseñaremos las ocho mejores posiciones para lograr un orgasmo placentero.
La pose de la diosa
En esta posición, el hombre debe sentarse, para mayor comodidad, puede pegar la espalda contra algún muro. La mujer se coloca frente a él, el hombre la penetra y ella rodea la cintura del hombre con sus piernas. Los pechos de la mujer quedarán a nivel de la cara del hombre y ella controlará los movimientos y la profundidad de la penetración.
El columpio
Su nombre se debe a que la mujer se montará sobre el hombre, quien permanece acostado, tal cual un columpio. Luego de la penetración, la mujer comenzará a moverse como quiera, en niveles diferentes de penetración. En este momento la mujer puede mantener los pies en el suelo, controlando el ritmo. La profundidad de la penetración es importante en los primeros momentos del encuentro, ya que debe ser placentera para ambos.
Cuando la mujer sienta más excitación, podrá arrodillarse para conseguir una penetración más profunda. En estos momentos, el hombre puede apoyarse de las manos para elevar la pelvis y penetrar más.
Pinza abierta
Para esta posición es recomendable que la mujer tenga fuerza en los brazos. Ella debe colocarse en el borde la cama, sólo sus tobillos, pies y pantorrillas tocarán el colchón. Su brazo izquierdo lo apoyará en el piso y el hombre la levantará por la cadera, encima de la pierna izquierda de la mujer, le eleva la pierna derecha y la penetra.
Esta posición favorece al bombeo de sangre en la mujer, garantizando un orgasmo placentero.
Trampa para serpiente
Esta posición es una de las variantes de la clásica posición “el misionero”, la cual en la antigüedad se conocía como “la serpiente”.
Una vez que el hombre se coloque encima de la mujer y la penetre, él elevará las caderas de la mujer mientras ella aprieta el trasero para darle mayor soporte. La mujer moverá las caderas en el aire haciendo círculos. Esto aumentará la fricción con el clítoris y la mujer podrá experimentar un mejor orgasmo.
El tigre
La mujer debe colocarse boca abajo, separar las piernas y elevar las caderas. Para mayor facilidad, una almohada debajo puede ayudar a mantener esta posición.
El hombre se coloca encima de la mujer, sin pegarse, sino que se debe colocar más elevado hasta que su pecho quede a nivel de los hombros de la mujer. Así se logra una penetración más profunda y al mismo tiempo el clítoris será estimulado con los testículos del hombre.
Es recomendable realizar la penetración con movimientos circulares para lograr una mayor excitación y placer para ambos.
Yab Yum
Esta posición es la número uno dentro de las posturas tántricas ya que aumenta la energía sexual entre la pareja. Además, hace posible que mantengan un contacto visual continuo y poder conectar mucho mejor.
La posición consiste en que el hombre se sienta con las piernas cruzadas y mantiene la espalda recta. Mientras, la mujer rodea con sus piernas la cintura del hombre y lo abraza por el cuello.
Si el hombre la levanta lentamente y la penetra, la experiencia será más íntima y obtendrán una penetración profunda.
En esta posición, la mujer controla el movimiento durante el sexo, balanceando las caderas hacia los lados. La pareja sentirá mayor conexión y podrán llegar a un éxtasis no solo sexual, sino también espiritual.
Abrazo de la serpiente
Esta posición es muy parecida a la posición “flor de loto”. Su nombre se debe a que la pareja se abrazará tal cual como se enrosca una serpiente.
La mujer abrazará a la pareja de frente, colocando sus piernas alrededor de él, mientras que el hombre se mantiene sentado abrazándola. Así, el hombre podrá tener acceso al clítoris y este se fricciona con la pelvis del hombre.
Esta posición puede tener varias variantes, no siempre tienen que estar sentados. Una de estas variaciones es acostados de frente, la mujer lo rodea con las piernas mientras que el hombre la penetra.
Al estar de frente, se logra un vínculo más fuerte y tierno entre la pareja, además de llegar a un climax juntos.
Felicidad del tercer ojo
El tercer ojo es conocido como un sexto sentido que se desarrolla con diversos ejercicios. Este permite desbloquear los chakras y conectarlos con tu pareja.
El chakra sexual, ubicado en el ombligo de cualquier cuerpo, es esencial para lograr una buena experiencia sexual. Se estimula masajeando la zona continuamente, activando el deseo entre la pareja. Es recomendable prender una vela anaranjada para aumentar este chakra.
Los movimientos que se realizan en esta zona deben ser delicados y el hombre, luego de los primeros toques, puede frotar su pene para aumentar su excitación.
Mientras aumenta la excitación, el siguiente paso es resistir el orgasmo y no llegar al clímax cuando se acerque. Así, la excitación seguirá aumentando y ambos pueden llegar al clima al mismo tiempo, logrando una unión espiritual y física.
Conclusión
Sin lugar a duda, la práctica del tantra puede ser muy beneficiosa para aquellas parejas que ya se conocen y ya los unen un amor incondicional. Permite conocerse en el plano espiritual y sexual, además, asegura la satisfacción de ambas partes, sin dejar a alguno de lado.